Mis queridos hermanos, Paz y Bien:
Serán estas las últimas palabras que os dirija como hermano mayor de nuestra Hermandad y en ellas quiero expresaros mi agradecimiento por vuestro apoyo y cercanía.
Es hora de rendir cuentas. Han sido más de siete años intensos de trabajo y dedicación a nuestra Hermandad que han seguido la línea ascendente de crecimiento a nivel de número de hermanos y de proyectos de Hermandad. Pero si de algo me siento más orgulloso es de la UNIDAD que ha imperado en estos años y que nos ha permitido llevar a buen puerto tantas actuaciones que estaban proyectadas y otras que fueron surgiendo en el camino. GRACIAS al trabajo de todos, en especial a todos los miembros de las dos juntas de gobierno que me han acompañado y sus auxiliares, se han conseguido realizar las siguientes actuaciones:
El Santísimo Cristo de las Cinco Llagas presidió el Vía Crucis de las cofradías de Sevilla, organizado por el Consejo General de hermandades y cofradías de Sevilla.
La celebración del X Aniversario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Esperanza.
La celebración del Bicentenario de la hechura de la Santísima Virgen de la Esperanza, donde se realizaron distintos actos tanto expositivos, literarios, formativos, culturales y religiosos.
La concesión de la calle Santísimo Cristo de las Cinco Llagas (cuya gestión comenzó la anterior junta de gobierno).
La concesión de la Medalla de la ciudad de Sevilla, por su labor social.
La concesión de la Medalla al merito social penitenciario y Medalla de la Policía Local con distintivo blanco a nuestra Señora de la Esperanza por la labor social y su décimo aniversario como Patrona de la Policía Local de Sevilla.
Hemos reformado nuestra Casa de Hermandad, modernizando y mejorando las instalaciones para mayor comodidad de todos los hermanos. Durante este verano también hemos hecho mejoras en nuestra Capilla.
En el terreno de conservación de nuestro patrimonio, procedimos a la restauración de la Santísima Virgen de la Concepción por el I.A.P.H., restauración del primitivo Cristo de la Cinco Llagas y la imagen de José de Arimatea, restauración y policromado de todas las imágenes de las capillas de los respiraderos del paso de palio, el dorado y restauración de la diadema y de la corona de la Santísima Virgen de la Esperanza. La restauración de nuestro primitivo libro de reglas, restauración de la primitiva mesa de altar, restauración de las puertas de la capilla y de diversos encajes de gran calidad.
Hemos aumentado nuestro patrimonio artístico, con el nuevo banderín de la coronación, el dorado completo del paso del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas, las mallas bordadas para el paso del Sagrado Decreto, la donación de tres capas pluviales, distintas alhajas y encajes para nuestra Señora de la Esperanza y una saya para la Santísima Virgen de la Esperanza.
La realización del manto del “bicentenario” para nuestra Señora de la Esperanza, que si Dios quiere estará finalizado para el próximo mes de diciembre.
Todo ello se ha realizado con fondos propios generados durante estos siete años, sin necesidad de acudir a financiación ni mermar los fondos de los que dispone la Hermandad, los cuales han aumentado considerablemente.
En Caridad, además de continuar con los proyectos en los que ya estábamos involucrados, hemos duplicado las colaboraciones en el economato social Hijas de Mª Auxiliadora, con la congregación Salesiana de la Trinidad y con la casa de acogida Emaus-Esperanza de la Trinidad.
La comunicación ha sido también uno de los pilares de estos mandatos realizándose un magnifico trabajo a través de las redes sociales que nos ha permitido estar informados de todo lo que acontece en nuestra Hermanad. Hemos apostado por las nuevas tecnologías implantando las reservas de papeletas de sitio online y la deducción fiscal de donativos y cuotas. El anuario “Esperanza” tan demandado por los hermanos se ha hecho realidad.
Todo ello ha sido posible gracias al trabajo de todos y cada uno de los hermanos de la Hermandad, de los miembros de las juntas de gobiernos que he presidido y como os digo, mientra todos vayamos de la mano y unidos, la Hermandad seguirá creciendo.
No podría dejar pasar por alto esta maldita pandemia que azota a nuestro país y al resto del mundo, que nos dejó sin Semana Santa y sin cultos a nuestro Santísimo Titular. Espero que pase pronto y que todos los Hermanos cuidemos de la Salud que es lo más importante. GRACIAS por la cercanía de cada uno de vosotros en estos momentos tan difíciles donde tuvimos que tomar decisiones nada agradables y dolorosas para todos.
Mi agradecimiento a Esperanza, mi mujer, compañera de viaje en este cometido, a mi hijo Juan Manuel por el tiempo que les he quitado, a mis padres por enseñarme a querer y sentir a la Hermanad como parte de la familia, a mis hermanos, a mis hermanos mayores que ya no están con nosotros (un recuerdo muy especial para Juan, Luis, Pepe G. y Pepe R.) y a mi querida Casa Salesiana de la Trinidad por su cercanía y dirección espiritual.
Me siento muy orgullo de haber representado a nuestra hermandad en estos más de siete años y espero haber estado a la altura. Si a alguien he fallado le pido PERDON pues todo fue pensando siempre en el bien de nuestra Hermandad.
Un fraternal abrazo para todos. ¡Siempre la Esperanza!
Juan Manuel Piñas Vázquez, Hermano Mayor en funciones